sábado, 23 de enero de 2016

Zombie

La mano agrietando la superficie
saliendo de su madriguera
buscando el oxígeno para
unos pulmones colapsados de
alquitrán,aquí arriba cuesta respirar.

La tierra no para de llover,
el cielo se reblandece, nada crece
aquí arriba; soterrados,arran-
camos todo de raíz y roemos
lo poco que queda para sobrevivir.

Devoramos todo lo que un día
fuimos, hasta el punto de
desconocer de donde resurgimos,
sin sensibilidad en la carne,
sin fluir en la sangre...

Pequeñas pulsaciones en un cuerpo
dormido de píldoras para calmar
la conciencia de la gente
castigada por imágenes del
demiurgo subconsciente.

Violamos todo lo que alguna
vez intentamos a base
de sangre derramar,
creer y proteger.

Admiramos todo lo que
malinterpretamos, creemos
en todo lo que inventamos
nuestras mentiras son nuestros amos;
otro clavo entierra otro esclavo.

Quemamos nuestros puertos,
ante la realidad nos volvemos tuertos,
sin darnos cuenta nacimos vampiros,ya muertos;
nuestros medios explican nuestro final,
olvidamos nuestros principios, ahora son flashes y resquicios.

Recompramos lo que un día vendimos
regocijados, siempre nos arrepentimos,
delante del espejo del payaso nos reímos
y sin saber cual es nuestra función
de amarillo legamos a la última función.

Determinados a nuestro punto ciego
no vemos lo paupérrimo de nuestro ego,
se colapsa en el cerebro el riego
y volver a despertar es nuestro riesgo
porque se sale del parámetro de nuestro sesgo.

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